Agricultura sostenible: de qué se trata y por qué debemos conocerla

Agricultura sostenible

A menudo, oímos hablar de agricultura sostenible, un tema muy actual, pero en torno al cual hay cierta confusión. ¿Qué significa verdaderamente la agricultura sostenible? Todos tenemos claro que este tema tiene que ver con la ecología y con algunas cuestiones éticas, pero difícilmente sabremos dar una definición precisa o explicar de forma detallada qué acciones podemos llevar a cabo para empezar a practicarla.
Además, no siempre queda clara la diferencia entre agricultura sostenible y agricultura biológica, o incluso biodinámica, y tantas otras maneras de hacer agricultura que se han afianzado en los últimos años. Descubramos algo más sobre este importante tema que está a la orden del día.

¿Qué es la agricultura sostenible?

La agricultura sostenible es la que se practica teniendo presentes algunos principios fundamentales:

  • ecológicos: debe ser respetuosa con el ecosistema
  • económicos: debe seguir modelos productivos sostenibles
  • sociales: debe contribuir al bienestar de los agricultores y de la sociedad

Una de las definiciones más difundidas de agricultura sostenible es la de un sistema de producción agrícola que tiene en consideración tanto las necesidades del presente como las del futuro. Una de las preocupaciones principales es, precisamente, no dañar los recursos naturales para obtener ganancias inmediatas, desencadenando mecanismos que se volverían insostenibles para las generaciones futuras.
Por tanto, el objetivo es desarrollar una agricultura capaz de utilizar los recursos de manera racional, garantizando la protección de la biodiversidad y limitando el empleo de sustancias químicas como pesticidas, que pueden perjudicar la salud de las personas y el medioambiente. La protección del medioambiente, del agua, del suelo y del aire se convierte en una parte integrante de este proceso de desarrollo.

¿Cómo se practica la agricultura sostenible?

Por agricultura sostenible entendemos un enfoque general, si bien puede aplicarse de muchas maneras distintas. No existe una regla como tal.
Las soluciones son muchas y específicas para cada lugar y para cada realidad productiva, ya que la agricultura sostenible es ante todo diversificación, respetando siempre las diferentes necesidades y contextos.

Si bien es cierto que no existen reglas específicas, a lo largo de los años se han ido definiendo algunos principios compartidos que las empresas agrícolas, independientemente de su tamaño, pueden seguir para hacer que su producción sea sostenible.
En 2015, Greenpeace publicó un informe con 7 puntos para practicar una agricultura más equilibrada, más respetuosa con el medioambiente y con las personas:

  1. Soberanía alimentaria, de manera que quienes produzcan y consuman recuperen el control de la cadena de suministro de alimentos, que, a menudo, está en manos de las multinacionales
  2. Apoyo a los agricultores y a las comunidades rurales, para contribuir a acabar con el hambre y la pobreza, gracias a una alimentación sana, segura y económicamente sostenible
  3. Producir y consumir mejor, reduciendo los desperdicios de alimentos, racionalizando recursos y mejorando la accesibilidad a la comida también en las zonas más pobres
  4. Biodiversidad, para potenciar la variedad y la diversidad, las cuales a veces se sacrifican en pro de grandes monoculturas
  5. Suelo sano y agua limpia, con actividades que mejoran de forma natural la fertilidad de los terrenos, sin tener que recurrir a sustancias que puedan dañar el suelo y los recursos acuíferos
  6. Un sistema de control de plagas sostenible que no requiera costosos pesticidas químicos que amenazan con poner en riesgo la calidad de los terrenos y del medioambiente
  7. Sistemas alimentarios resistentes, capaces de dar respuesta a los numerosos cambios que están teniendo lugar, desde el punto de vista climático y económico.

Otras organizaciones han presentado propuestas en este sentido: en 2018, la FAO presentó 20 acciones para un desarrollo agrícola sostenible. Estos puntos repiten en parte las directrices de Greenpeace, pero introducen algunas innovaciones, incluido el apoyo a la capacitación de productores, incentivos para el reciclaje, políticas para mejorar la dieta y el consumo de alimentos, iniciativas para hacer frente a períodos de crisis e inversiones para la innovación.

Justamente en términos de innovación, hay que subrayar que las nuevas tecnologías para la agricultura de precisión ayudan a los agricultores a optimizar los recursos y consumos, a fin de reducir el impacto medioambiental. De hecho, se ahorra en combustible, se reduce la compactación del suelo y se minimiza el desperdicio de fertilizantes y herbicidas.

Por este motivo, en Landini trabajamos siempre para encontrar las soluciones más avanzadas para satisfacer las nuevas necesidades de los agricultores.
Descubre más sobre las nuevas tecnologías que tienes a tu disposición en:

agricoltura di precisione